Dorothea Brooke, a los diecinueve años, ha recibido "una educación para jovencitas comparable a las cavilaciones y opiniones de un ratón pensante", pero, activa e idealista, enamorada de un sesudo erudito en temas mitológicos, desea, "pobre criatura, ser sabia también ella". Con esa altitud de miras contrae matrimonio… y el matrimonio es un fracaso. Tertius Lydgate, por su parte, joven médico emprendedor, anhela convertir la provinciana ciudad de Middlemarch a la "cultura científica" desafiando prejuicios e implantando reformas: a la bella Rosamond Vincy el talento del joven le suena a "una condecoración en la solapa o un ilustrísimo delante del nombre" y está convencida de que casándose con él accederá a una gloriosa vida social. También su matrimonio es un fracaso. Y, en tercer término, Fred Vincy, el muchacho superfluo y sin vocación, y Mary Garth, la muchacha hacendosa y prudente, se gustan, se separan, se ponen a prueba y se vuelven a encontrar antes de consagrar ese vínculo al que solo la experiencia y la resistencia parecen garantizar la fortuna y la felicidad. Middlemarch (1871-1872) es la historia de tres parejas sujetas a los frágiles hilos del saber y del error, entretejida con la crónica minuciosa de los destinos de toda una comunidad en una época de cambios y reacción.